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Book SynopsisDespués de tantos años de estudios sobre el
lenguaje inclusivo y tantas guías de buenas prácticas,
Brigitte Vasallo apunta que la perspectiva es errónea porque no se trata de desdoblar machaconamente los sustantivos (padres y madres, alumnos y alumnas) o de exigir a la norma un cambio de morfemas rechazando el masculino universal. La cuestión de base es
quién queda incluido con las formas propias del lenguaje inclusivo, quién está dentro del sistema y si nos conforma. Ahí es donde Vasallo tropieza con el capital cultural y el papel de las entidades que dictan
cómo hemos de ser inclusivos para no excluir a nadie, y con la incertidumbre de no excluir a quién (a las mujeres, a las personas no binarias, a las subalternas?) y de dónde (de los medios convencionales, de las instituciones, de las conversaciones?).