Description
Ensayista y diletante de filólogo, poeta, filósofo y compositor, acaso Nietzsche sólo consiguió anudar este archipiélago de inquietudes con el hilo rojo de la música.
Dice de él Rüdiger Safranski, uno de sus más agudos lectores, que la música fue para Nietzsche el único mundo verdadero, lo cual equivale a decir: el único mundo sin ficción, sin mentira moral ni fabulación histórica. Y añade Safranski, definiendo la música nietzscheana ?la que nunca pudo componer? un vocablo directamente intraducible: das Ungeheure. Lo inmenso, imponente, monstruoso, terrible, tan admirable como el igualmente intraducible deinos en el coro de Antígona.
En la música halló Nietzsche el escenario donde montar el coro, a veces consonante y otras disonante, de sus contradicciones: diálogos, guerrillas verbales, silencios. Al final se volvió inmóvil y taciturno. Las palabras lo habían abandonado pero no la música, ni su madre. Sonreía al escucharla y podía aún descifrarla en el piano.