Description
La compañía José Estruch ha recuperado el texto de un autor un tanto olvidado, como es Antonio Hurtado de Mendoza, que es con toda probabilidad una reelaboración del que escribió este autor con Francisco de Quevedo en 1631.Una trama sencilla que se va complicando poco a poco según avanza la obra y los dos mentirosos van cambiando de papeles para ajustarse a las circunstancias, y un final tópico que, sin embargo, no incurre en el moralismo que se podría esperar de un autor decoroso, tan decoroso como Antonio Hurtado de Mendoza.
Pilar Muñoz, La tribuna
Parece un acierto aquello de adaptar al siglo XXI la problemática barroca de las apariencias como forma de vida, más de moda que nunca en esta sociedad de famoseo monetario indiscriminado. [...] La escena se convierte en una trama de falsas apariencias por parte de todos los implicados. Quien más quien menos se arrima a la personalidad del famoso de turno o directamente la suplanta para medrar socialmente.
Jorge Ureña, Lanza