Description
La historia de los documentos audiovisuales empieza a finales del siglo XIX con la aparición del cine y de los primeros registros sonoros. Durante mucho tiempo, el interés por custodiar este tipo de documentos se restringió a aquellos relacionados con la industria cinematográfica y discográfica o con los medios de comunicación de masas, y correspondió de un modo prácticamente exclusivo a instituciones especializadas, tales como filmotecas, fonotecas o archivos de radio y televisión. No es hasta finales del siglo pasado cuando se generaliza la preocupación por conservar, además, la producción audiovisual relacionada con otras actividades de ámbito local o regional, fruto de la actividad asociativa, de la iniciativa personal o el amateurismo. La protección del patrimonio audiovisual corresponde, desde entonces, a muchas otras instituciones culturales de diversa índole, entre las que se encuentran los archivos, las bibliotecas, los museos o los centros de investigación.
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