Description
La situación de la cultura arquitectónica en la España de los años setenta supuso un notable giro con respecto al periodo anterior, caracterizado por una vanguardia dogmática, estricta y monolítica. Esta etapa implicó no solo una excepcional difusión hacia el exterior, sino también la participación de un notable número de profesionales en debates públicos que se materializaron en jornadas, congresos y reuniones de especialistas. De esta manera, la difusión de la arquitectura se comenzó a abordar no solo como diversidad de opciones formales, sino también desde un plano teórico potenciando el debate sobre cuestiones tales como la participación ciudadana en el gobierno de la ciudad, la pervivencia de las tipologías tradicionales, la vigencia de la morfología urbana, entre otras. Muchas de estas reflexiones se encauzaron a través de publicaciones en revistas europeas y americanas que acogían trabajos en los que se teorizaba sobre problemas similares que se estaban planteando en otros paíse