Description
Carla trae sándwiches raros a la escuela. Obviamente, sus compañeros de clase tienen mucho que decir al respecto. –¡Es asqueroso! –dice Héctor. –Es repugnante –dice Leslie. –Es grotesco –dice Martín. Pero la valiente Carla, que posee una buena dosis de autoestima, no está de acuerdo. –Es diferente –responde–. Es creativo, es único y lo hice yo misma. A sus compañeros de clase no les causa buena impresión y se alejan de su lado en la mesa del almuerzo, dejándola sola con sus sándwiches extraños y originales. Héctor es el más malvado de todos, y el día del picnic de la clase dice que el espectacular Delicioso de lujo de Carla es un Gusanoso de lujo. Como es de esperar, Carla está muy molesta pero cuando Héctor descubre que ha olvidado su almuerzo, ella le ofrece generosamente uno de sus sándwiches extra. Al final, el hambre de Héctor pesa más que sus temores. Prueba un bocadito, ¡y le encanta! Muy pronto todos hacen fila para probar un bocado, y descubren con sorpresa que algo “inusual” en realidad puede ser fantástico. Carla no sólo convierte a los burlones en degustadores, sino que también los inspira a preparar sándwiches creativos. This charming story presents a new way for young children to understand how to creatively embrace who they are, no matter what others think. Carla's lunch box is filled with odd delights like the Olive, Pickle, and Green Bean Sandwich; the Banana–Cottage Cheese Delight; and the unforgettable Chopped Liver, Potato Chips, and Cucumber Combo. To Carla, these are delicious and creative lunches, but her teasing classmates are unconvinced, abandoning her at the lunch table to eat her bizarre sandwiches alone. The tables turn, however, when Buster—the worst tease of all—forgets his lunch and is surprisingly delighted when thoughtful Carla shares one of her sandwiches with him.