Description
Austria no ha tenido suerte con sus biógrafos. Y no le faltaba razón a Hermann Bahr en virtud de la imagen que de su ejército imperial nos ha llegado, una suma de incompetencia e inoperancia, intransigencia y brutalidad. Sin embargo, para tener el tedioso hábito de ser siempre derrotada ?la chanza es de Talleyrand?, Austria, o en concreto, los Habsburgo de Viena, se perpetuaron superando trances que habrían tambaleado los cimientos de cualquier otra potencia. Una capacidad de resiliencia enraizada en la inquebrantable lealtad de
su formidable ejército a la dinastía, que sobrevivió a la brutal devastación de la Guerra de los Treinta Años y domeñó al invencible Turco; obró milagros garantizando la improbable sucesión de su joven reina María Teresa y acogotó al mismísimo Federico el Grande de Prusia en la Guerra de los Siete Años; durante dos décadas se convirtió en el enemigo más acérrimo de Napoleón, o soportó condiciones inimaginables en los campos de batalla de la Primera Guerra Mu