Description
Una vez, un amigo sacerdote me contó una anécdota. Se encontraba rezando el Rosario en su parroquia cuando un hombre se le acercó y le dijo: 'Padre: usted reza?'. Mi amigo le contestó: 'Sí hijo, rezo. Y tú?'. A lo que el hombre le respondió con aires de gran místico: 'No padre, yo no rezo, yo oro'. Entonces el sacerdote reaccionó con simpatía: 'Hijo mío, yo lo hago mejor que tú, porque yo, mientras rezo, oro'. De eso se trata. De orar con el Rosario. De orar mientras se reza. De hacer de la rutina del Rosario de cada día una novedad. Dios puede. Él puede hacer nuevas todas las cosas en nuestra vida. Continuamente las hace. Es cuestión de dejarse llevar. Y el Rosario nos lleva. Estas páginas no pretenden ser una guía para rezar el Rosario. Pretenden compartir una experiencia, un descubrimiento que a muchos nos cambió la vida: que el Rosario no se reza, que con el Rosario se ora.