Description
El español no suele pecar de xenófobo, por el contrario, en demasiadas ocasiones parece sentir horror de sus compatriotas, de sus vecinos, de los otros españoles. Y en algunos es una emoción tan intensa que puede llegar hasta el rechazo de sí mismos. Un viejo chiste referido a algunos pueblos europeos describe gráficamente su comportamiento al tratar de alcanzar un premio colocado en lo más alto de una cucaña. Los ingleses miran a su campeón sin mover un solo músculo, los franceses, por el contrario, animan al suyo con gritos atronadores, los italianos además empujan a su compatriota hacia arriba con todo tipo de artimañas, los españoles simplemente lo agarran de los pies para obstaculizar su subida. Nuestro desamor a España trata de encontrar la razón de esa peculiar incomodidad de sentirse españoles buscando sus posibles causas. Son muchas las conjeturas que pueden hacerse. Algunos de los más ilustres historiadores e intelectuales que se han aproximado al problema han coincidido en q