Description
Junto con Galileo Galilei, Giordano Bruno fue sin duda el hereje más significativo condenado por la Iglesia católica a comienzos de la edad moderna. Ingresó muy joven en la orden de los Dominicos y ya antes de ser ordenado de sacerdote surgieron los primeros conflictos con las autoridades eclesiásticas. Su vida fue una huida constante por la Europa culta de entonces. Por un motivo u otro, Giordano Bruno no desarrolló un pensamiento sistemático, pero el contacto con los ambientes más dispares de su tiempo enriqueció sus escritos con intuiciones que hoy tal vez puedan servirnos a nosotros. Sus últimos ocho años los pasó en la cárcel de la Inquisición, primero en Venecia y después en Roma, donde fue quemado el 17 de febrero de 1600. Eugen Drewermann no pretende ofrecernos una crónica detallada de los años de prisión de Giordano Bruno, sino evocar, con la fuerza dramática y poética de que él es capaz, la pasión heroica e indomable que guió el espíritu inquieto del pensador napolitano, espe