Description
Prólogo de Luis Antonio de VillenaSelección y nueva traducción de Javier Marías
El nombre de Robert Louis Stevenson (1850-1894) suele ir básicamente asociado a cuatro cosas: la prosa, las aventuras, la enfermedad -la lucha contra ella- y el exotismo, cuando aún existía de verdad. Algunos añadirían gustosos (aunque varios de los términos casi la implican) que también a la adolescencia, a los sueños de un tiempo de la vida corto... Que eso es verdad no sólo lo prueba buena parte de la obra del propio Stevenson, sino el recuerdo biográfico de muchos de sus lectores. Por mi edad, conocí todavía a Stevenson en una versión radiofónica -estupendas voces- de La isla del tesoro.
Literalmente no me cansaba de oírla y esa versión me llevó, después, al libro. Aún recuerdo, con el genuino estremecimiento de la aventura y del peligro, la canción que Jim le oía a Silver en la posada del Almirante Benbow: Quince hombres sobre el Cofre del Muerto / yo ho ho / la botella de